Valhalla: Trucos fáciles para entrar sin carta de recomendación

Como dice Bano Tuk, últimamente este parece el blog de una secta. Y para que no deje de parecerlo, Nimendil nos ofrece otra entrega de su profana sección, "Religiones del Mundo." En esta ocasión hablaremos del Valhalla. Muchos de nosotros, guerreros curtidos en innumerables batallas, deseamos alcanzar el privilegio de poder entrar en el Valhalla y escapar así a los terribles abismos de Hela. Pero claro, no todos sois Beowulf, Ragnar “Calzas Peludas” o Nimendil de Litia. Para los héroes es fácil, porque nos pasamos el día librando batallas y matando gigantes o empalando dragones para poder divertirnos con la princesa raptada por el monstruo. Pero no todo el mundo consigue realizar tan heroicos actos.

Por eso, hoy os vamos a dar unos consejos, para que podáis entrar en el Valhalla.

Empecemos con una pequeña descripción para aquellos que desconozcan de que estamos hablando (aunque si no saben de que hablamos no se que hacen leyendo esto).

El Valhalla es, en la mitología nórdica, el lugar al que van los guerreros caídos en combate. Es la morada de Odín y está situada en la tierra de Asgard. Los guerreros son conducidos hasta allí por las valkirias, unas bellas féminas guerreras.

Valkiria con máscara de combate

El gran bardo Bragi es el encargado de recibir a los guerreros y con su música ameniza las veladas.

La residencia de los valientes tiene 540 puertas y está construida utilizando armas, escudos y armaduras.

Los guerreros pasan el día dando caza a un gran jabalí que resucita cada mañana para volver a ser cazado. También se ejercitan en el uso de las armas, pues cuando llegue la Ragnarok seguirán a Odín a la batalla.



Bien, procedamos a lo que nos interesa para alcanzar la gloria eterna:



Para que llegado el día, los dioses te acepten en su mesa, deben haber oído hablar de ti, conocer tus hazañas, o por lo menos que les suene tu nombre. Para ello hay que invocarlos con frecuencia. Cada vez que cometas un acto heroico debes dedicárselo a Odín. Cada vez que veas algo que te asombre debes decir ¡Por Thor! Y sobre todo, cada vez que te lances a un combate debes encomendarle tu alma a los dioses. También ayuda bastante ir por ahí cantando canciones de Manowar. Nombrarás tantas veces a Odín y a Thor, god of thunder, que estos acabarán hartos de ti.

Bragi, el bardo, hace colección de frases molonas, y concede una entrada preferente a los que más frases hallan dicho en vida. Aprovecha para decir frases épicas siempre que puedas. En todo momento, hasta que parezcas un diccionario andante de frases de películas. Cuantas más digas, más puntos tienes para ir al Valhalla.

Derrota a todos los monstruos que puedas, especialmente dragones y gigantes. Muchos héroes han matado a su propio dragón, y todos han acabado con unos cuantos gigantes. Al principio puede parecer complicado, pero una vez que te pones, te los cargas como quien no quiere la cosa.

Matar monstruos es divertido...

Hay otra cosa que es importante. Para ahorrarte el incomodo papeleo de la entrada del Valhalla, lo mejor es que tengas tu propia gesta. Esto impresiona a cualquiera y enseguida te dejan pasar. Hay que ingeniárselas para que te hagan una gesta contando tus aventuras. Lo mejor es tener un juglar-esclavo que te siga a todas partes, como en Corazón de Dragón, y así no se pierde nada de lo que haces y el poema épico es más largo.

Deja preñadas a cuantas mujeres puedas. Aparte de tu propio y evidente beneficio, y de que al resto de tus compañeros de armas se les pondrán los dientes largos, cuando crezcan tus hijos se unirán en una compañía de berserkirs que llevará tu nombre y nadie podrá derrotarlos en combate, solo tu cuando ellos se pasen al lado oscuro y tu vayas y digas berserkirs yo soy vuestro padre unios a mi y juntos gobernaremos Midgard, pero ellos no aceptarán y tu los matarás uno a uno y después dejaras preñadas a sus mujeres. Si señor.

Una de las cosas más importantes para ser admitido en el hogar de los valientes es morir espada en mano. A los dioses les gusta el valor y recompensarán a aquellos que encuentren su final en el campo de batalla, luchando con honor y abatiendo a multitud de enemigos. Así que ya sabes, más vale que te maten de un mandoblazo en la batalla que sobrevivir y morir después desangrado y solo en un bosque.


Una vez que has muerto, debes pasar al otro lado con honor, para que te recojan las valkirias. Para ello tu funeral debe ser lo más épico posible. Si no hay tiempo ni medios, puedes ser enterrado, pero siempre que sea con tus armas y las de los enemigos que has matado. Sobre tu tumba debe haber una losa contando tus hazañas, y con un cántico grabado ensalzando tu honor. Si tienes la posibilidad, lo mejor es ser incinerado en una pira, así, el humo y las llamas te servirán de camino hacia el Valhalla. Como opción gloriosa, puedes ser quemado en un drakkar. Esta sin duda es la mejor opción.

Así pues, amigos, ya sabéis lo que debéis hacer si queréis disfrutar algún día del banquete de Odín y de las fiestas que celebran las valkirias en sus aposentos:

Luchad y ganad vuestro lugar en los atrios de Valhalla, la morada de los valientes.