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miércoles, 3 de septiembre de 2008

¿Dónde has estado Khazum?

Bueno amigos, creo que es hora (ahora que habéis vuelto la mayoría de vuestras vacaciones) de contaros donde estuve yo. Algunos sabéis que tenía planeado para la primera semana de Julio, una semana de curso intensivo en A Coruña para aprender élfico y el manejo de runas enánicas, pero no sabéis lo que me pasó en ese viaje, y el por qué de mi ausencia en el mes de julio en el blog, a pesar de estar en la base, investigando e intentando comprender lo que me había pasado en esa fatídica semana...

Todo empezó a mediados de Junio, estaba yo en mi cueva revisando algunas cartas que me habían llegado y de repente encontré un sobre grande y pesado, que no dude en abrir el primero. Para mí sorpresa, no había nada escrito en el remitente, ni notificaciones, ni sellos, pero lo que de verdad me sorprendió fue tener entre mis manos un volumen muy antiguo del Necronomicon, estaba traducido al castellano, pero en un castellano antiguo, casi como el del Quijote. Rápidamente comencé a ojear el tomo y llevaba más de medio volumen y mi cerebro parecía funcionar con normalidad y aún estaba vivo y bastante cuerdo, si es que alguna vez lo he estado del todo.

De repente una hoja se desprendió del libro, pensé yo, que sería por la húmedad y la antiguedad del volumen pero no podía ser así porque al ver la hoja caída y palparla con mis manos, me di cuenta que la calidad de la hoja era distinta y el color no correspondía al del resto de hojas del libro. Con un creciente nerviosismo me la acerqué a la vista y ví más líneas escritas con letras muy redondeadas, como sí hubieran sido escritas con algo afilado o por alguien que no tuviese dedos que ofreciesen resistencia al útil de escritura.

Curiosamente el mensaje estaba en nuestro muy entendible castellano antiguo y decía algo así:


Cierta Torre Húmeda
Un Luchador Hirió Un Monstruo
Obelisco, Rapaz Alada
Artillería Que se Une en el Infinito


Que extraño mensaje es como si alguien que hubiera leído el volumen hubiera hecho anotaciones del mismo, pero que es el mensaje, ¿una especie de rima?, ¿de dónde ha salido?.

Tras horas de investigación, descarté que el mensaje estuviera escrito en castellano antiguo por alguien de la época, puesto que no creo que supieran lo que era la artillería. Deshechada esta pista una multitud de ideas acudió a mi cabeza sobre la información oculta en el mensaje. ¿Una torre húmeda? Quizá pueda ser una torre cercana al mar, o incluso hundida, como el faro de Alejandría, claro además el escritor del Necronomicon es Abdul Alhazred, árabe y posiblemente egipcio. De todos modos me extrañaba que en el caso de ser un acertijo, condujera tan fácilmente a la solución.

Una semana después de haber comenzado a investigar acerca de lo ocurrido, y sin comentarselo a nadie, quizá por cierto egoísmo a lo que pudiera encontrar o quizá miedo, por si alguien me observaba; al fin y al cabo alguien me había hecho llegar ese libro, y sabía donde encontrarme...Cada día que pasaba Egipto iba siendo cada vez una pista más que fiable, país de obeliscos, y en cuánto a la rapaz alada, podrían estar hablando de Horus, el dios egipcio representado por un águila, un ave rapaz. Pero aún seguían cabos sin atar como el de la artillería o el del luchador.

Al fin llegó Julio y seguía sin avanzar, así que decidí apartarlo durante la semana que me iba a Coruña, y centrarme en el curso intensivo de runas, aunque como el viaje iba a ser largo, decidí llevarme la información que había recopilado en ese tiempo. Estaba llegando a León, cuando me desperté en medio del viaje, me había quedado dormido mientras leía una y otra vez el mensaje en clave. Aún me cuesta enteder lo que me pasó en ese instante al ver de nuevo el papel cifrado, fue como si viera nueva información oculta que hasta entonces no había visto y había estado ahí a simple vista, y es que al mirar de nuevo el mensaje desde lejos, se me remarcaron las mayúsculas del mensaje, puesto que son las unicas letras que veia de lejos; y extrayendolas de las líneas, se obtenía lo siguiente ''CTHULHUMORAAQUI', que separando adecuadamente era ''CTHULHU MORA AQUÍ''. Aún me viene a la cabeza el grito que pegué dentro del autobús y por el que me lleve una reprimenda del señor que había a mi lado.

Mi nuevo descubrimiento fue una de las cosas que sabes que no son fruto de la casualidad sino que alguien puso eso en ese orden para que saliera esa frase, por lo que se suponía que el mensaje era una especie de acertijo, en donde se daban claves y parámetros para encontrar la ''tumba'' de Cthulhu, y supuse que esté conducía a Egipto. Decidí ir al curso en Coruña y después tomaría un vuelo hacia Egipto para indagar sobre mis descubrimientos. Sorprendentemente, y esto es lo que más helado de terror me dejó, fue que no llegué a viajar hacia Egipto, no hizo falta...
Bueno os seguiré contando el relato, y es que cuando llegué a Coruña se produjeron ciertos descubrimientos totalmente involuntarios que resolvieron el caso, y es que cuando conseguía escaparme del curso, seguía divagando sobre el caso, mientras vagabundeaba por las calles de la ciudad gallega. En uno de mis largos paseos llegué a un istmo de la ciudad en donde se alzaba una antigua torre de defensa y un faro en la actualidad.




Decidí ascender hacia el pie de la torre para ver las vistas y relajarme un poco, y allí arriba, mientras un lugareño tocaba la gaita estaba yo al borde del mar, el viento en mi cara, y a mi lado llegó un anciano de esos que se mueren por hablar y curiosear. La verdad es que le habría dado un corte, pero en ese lugar estaba deshinibido y relajado y decidí hablar con él, por absurda que pudiera ser la conversación. Así que empecé a hablar con el coruñes y me contó muchas cosas de aquella torre, cosas actuales y cosas del pasado, tales como que un héroe griego, llamado Heracles (Hércules en romano) había sido designado a llevar a cabo una serie de trabajos, uno de los cuales supuso enfrentarse a un gigante llamado Gerión, al que consiguió matar y cortarle la cabeza. Más tarde la enterro y mando construir una torre en memoria de su hazaña, la llamada Torre de Hércules, ante la que me encontraba. De pronto se hizo un silencio entre el anciano y yo, y es que en ese momento se me encendió una bombilla. En el mensaje decía ''un luchador hirió un monstruo'' y también ''cierta torre húmeda''.

Encajaban esas dos líneas, la torre cerca del mar y el luchador, aunque aún no tenía pistas sobre las otras restantes. Me despedí muy agradecido de aquel simpático lugareño y decidí volver a la residencia en donde me hospedaba. No bajé a cenar porque estaba tan enfrascado en mis nuevas fuentes que tenía que reconducir la investigación. Aún me quedaba ver más de la mitad de la ciudad y quién sabe que podría encontrar allí...


Durante una semana me recorrí de arriba a abajo esa ciudad y descubrí lo que quedaba, lo más impresionante. En otro de mis paseos, esta vez por el centro de la urbe, ví varias cosas interesantes, como por ejemplo el símbolo de la ciudad, en donde se veían la Torre, y una calavera que debía simbolizar la cabeza del gigante enterrada bajo la torre. Pero lo que más me interesó fue una cúpula un tanto especial, con un ave muy peculiar...


Un ave fénix, que le daba más mitología a la historia, ya entrenado en las investigaciones, decidí intentar subir a lo más alto de ese edificio e intentar llegar a la mismisima estatua, para ver desde las alturas. No fue posible subir del todo, pero desde lo más que pude subir, constaté dos nuevos datos, uno fue, que el hombre subido al ave apuntaba directamente su vista hacia la Torre de Hércules, mientras que el fénix tenía girada su cabeza hacia 90º más al este, hacia el otro extremo de la ciudad, en donde a lo lejos se alzaba un increible...



...!Obelisco¡. Casi al punto del infarto me dirigí hasta el pie de aquel monumento, sintiendo que cada vez estaba más cerca de algún descubrimiento importante. Pero no veía nada, nada excepto un monte muy extraño, y era extraño porque no había nadie a su alrededor, parecía que esa zona estaba como abandonada, no había construcciones, no había gente, solo el ruido del mar y del viento contra la pared rocosa. Estaba extenuado, y muy cansado, asi que decidi sentarme en un banco que había borde al mar, aunque de espaldas a éste. Cuando me levante y me dí la vuelta ví algo que no había visto cuando me había sentado.


Eso no estaba allí cuando me senté. ¿Qué me está pasando? Algo raro estaba ocurriendome, como un resorte me alejé corriendo, hasta que choqué contra alguien que salió a mi paso en plena carrera. Un vagabundo con pintas de loco que estaba oculto entre unos contenedores y unos cuantos cartones húmedos. Me estaba mareando y ahora solamente recuerdo las palabras que me dijo aquel pobre mendigo, ''Deja que cthulhu te muestre el camino. El ojo que todo lo ve te lo mostrará''. Después de eso, supongo que me desmayé, porque al rato me desperté en aquella calle tirado en la acera, sin rastro del vagabundo, que se habría ido por miedo a que llegará la policía, supongo...

Seguí andando hacia delante mientras meditaba las palabras que retumbaban en mi cabeza como mil 'gongs' sonando al unísono. Hasta que de repente ví algo muy extraño y que jamas había visto nunca en la ladera de un acantilado...

Una enorme esfera de cristal que subía estaba bajando por la ladera de la montaña, pero lo más curioso es que cuando llegó a mi posición, se paró y se abrio como si fuera un párpado...!Claro¡ Eso era lo que quiso decir el méndigo, 'el ojo que todo lo ve te mostrará el camino', pero ¿hacia dónde?, ¿hacia Cthulhu?. Con gran temor me metí en el interior de la esfera y esta comenzó a subir por la ladera, hasta la cúspide de aquel monte llamado monte de San Nicolás...


En aquel momento solo podía pensar en lo que me depararía cuando llegase arriba, sin saber si lo que iba a ver iba a ser capaz de tener cabida en mi racional mente humana. Al fin llegué arriba, baje de la esfera y salí al exterior sin atreverme a mirar hacia el frente. Miré a un lado, y solo ví un cartel...


Gracias por el aviso...miré hacia el otro lado, y solo se veía la cornisa y se oía el rugido de las olas marinas. Por fin, con un paso de decisión me decidí a mirar al frente y al fin lo ví. Mi siguiente prueba. Un inmenso muro de follaje me cortaba el paso, salvo por una abertura arqueda en su centro. Un laberinto, lo que me faltaba, que siguierán jugando conmigo de esa forma cruel...

Avancé y sin pensarlo dos veces me metí en el interior pasando mi mano izquierda por las 'paredes' del lateral del laberinto para no perderme y llegar a la salida de éste, supongo que ya sabéis que es la 'regla de la mano izquierda' en un laberitno. Al final y sin más problemas llegué a la salida de éste en donde había un cartel con una frase tachada que decía, 'Laberinto de San Nicolás', y en donde en su lugar ponía 'Laberinto de Shubb Niggurath'.

Franqueé la puerta de salida de aquel frondoso laberinto, y de repente vi una pieza de...


...artillería, grandes cañones que apuntaban hacia el mar, y que estaban al borde del acantilado. Fui hacia los cañones sorprendido de que no hubiera ni un alma allí arriba, ese monte estaba abandonado. Me metí en uno de los bunker con un cañon en sus dominios, y ví otro edificio del monte, una especie de observatorio o laboratorio, un tanto abandonado, y que apuntaba a las estrellas. Tome las coordenadas a las que apuntaban los cañones y las anote en un dibujo en mi libreta.


De regreso hacia mi residencia, y sin que nadie me asaltara, me puse a intentar descifrar la única parte que me faltaba del mensaje 'que se une en el infinito'. completé mi dibujo de la libreta con las coordenadas de la torre, el obelisco y el fénix. Sorprendentemente, todas las lineas de visión del cañon, el ave, la torre convergían en un mismo punto, que daba al mar. Así que dí mis investigaciones por concluidas, alguien me había proporcionado la información en clave de el lugar exacto en donde moraba Cthulhu, que hasta ahora habia sido una leyenda...


Se acabó mi semana en Coruña, y en mi ultimo paseo por la ciudad, mientras me encaminaba a la estación para regresar, pase ante farolas extrañas y carteles raros, todo indicaba hacia lo mismo, y lo que no sé es ¿Como podía haber estado tan ciego?...


Bueno amigos, siento haberme extendido tanto en mi relato, pero quería que supieráis el motivo de mi asuencia en el blog durante Julio, y sobretodo los descubrimientos que hice. Claro está que aún no me he atrevido a dirigirme a ese punto indicado en donde mora Cthulhu, y no se si alguna vez lo haré...Solo me queda por resolver, ¿qué o quién me hizo llegar ese sobre?.

jueves, 21 de febrero de 2008

Zatanna y el Necronomicon

Son muchos los relatos de HP Lovecraft en los que se nombra al Necronomicón, el libro escrito por el árabe loco Abdul Alhazred. Según HPL y el círculo de escritores que, secundándolo, escribieron relatos de los Mitos de Cthulhu, se conservan muy pocas copias del manuscrito. Es cierto que circulan muchos fragmentos dispersos, pero la mayoría no son más que anotaciones sobre alguna página o alguna invocación sacada de sus páginas y copiada por la mano temblorosa de algún temerario investigador de lo oculto.

Las cinco copias conocidas se encuentran en el Museo Británico, en la Biblioteca Nacional de París, en la Biblioteca Wiedener de Harvard, en la Biblioteca de la Universidad de Buenos Aires y en la Biblioteca de la Universidad de la (ficticia) ciudad de Arkham.

Además, es bastante probable que haya alguna que otra copia en la colección privada de algún ocultista, como Abraham Van Hellsing, el doctor Antón Zarnak o algún otro.

Sin ir más lejos, aquí tenemos a Zatanna, hablando por teléfono en la comodidad de su cama, sin su traje de maga ni sus medias de rejilla con las que estamos acostumbrados a verla.


¿Y qué libro diréis que tiene en su mesilla de noche? ¿El Principito? ¿Harry Potter? ¿Las Crónicas Nimendilas? ¿Un mago de Terramar?


No, amigos, su libro de cabecera es el infame Necronomicón. Los manuscritos de Abdul Alhazred, que sólo con atisbar sus páginas te producen la más espantosa locura. El volumen impío que esconde el saber de los Antiguos. El libro prohibido en la mayoría de paises y condenado por todas las religiones.

Sí, el mismísimo Necronomicón. Y Zatanna lo tiene ahí arrumbado, como quien tiene Trucos y secretos para adelgazar sin dejar de jugar al rol, o cualquier otro libro inútil.

Y así se explican cosas como esta:



Si, Zatanna, querida, es lo que pasa por andar hurgando en saberes que eran antiguos cuando el mundo aún era joven. La próxima vez te estás quietecita y no lees eso de Hastur Hastur Hastur.

viernes, 30 de noviembre de 2007

Cthulhu en el Románico

Buenas días, amigos mios. Quería poneros unas fotos que tomé en mi viaje a Palencia de hace unas semanas. No, no vais a tener que aguantar típicas fotos de viaje, tranquilos.

Como todos sabréis, Palencia es una de las zonas con mayor cantidad (y calidad) de iglesias románicas de esta nuestra piel de toro. Pues bien, mi viaje consistió en visitarlas todas y cada una de ellas.

Y estaba yo extasiado, inmerso entre tal cantidad de canecillos, pórticos y arquivoltas, cuando detecté algo que me inquietó. Normalmente, en las tallas de los capiteles y canecillos románicos se representan motivos cristianos o incluso, a veces, de otras mitologías. Pero ¿desde cuando se representan figuras de los Mitos de Cthulhu? Porque, que yo sepa, en la iconografía cristiana no hay nadie con tentáculos en la boca. ¿Verdad? Pues mirad lo que yo encontré en San Martín de Fromista.


Y no sólo eso, porque ya, alertado, encontré más cosas sospechosas. Por ejemplo, otra figura Lovecraftiana: la sirena de dos colas, que impúdicamente las separa para mostrar su sexo a los desprevenidos mortales, que, al verlo, enloquecen sin remedio.


E incluso encontré, como no podía ser de otro modo, a Abdul Alhazred.



Y aparte de cosas cthulhianas, también encontré otras cosas curiosas, como el monstruo este que se come a un tio desnudo.


O esta escena de tocamientos con esa cosa que le sale al tío de entre la túnica. ¿Es un brazo? ¿Es una p****?


Y por último, otra cosa muy extraña. Encontré también esta cara.


Me recuerda a algo... con tantos dientes... ¿será cosa de los taquiones?

martes, 4 de septiembre de 2007

Abdul Alhazred

Y vi a un ángel que pregonaba a gran voz:



¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?
Apocalipsis V 2




Abdul Alhazred es probablemente el escritor mas conocido a nivel mundial en todas partes y en todos los idiomas.




¿Cómo? ¿Qué no sabes quién es? Pero seguro que te suena su obra maestra,




EL NECRONOMICÓN







El título original es Al Azif. Azif es la palabra utilizada por los árabes para designar los sonidos nocturnos (producidos por los insectos), que se supone son aullidos de los demonios.




Fue escrito por Abdul Alhazred, un poeta loco del Sanaa al Yemen, que se supone floreció en el período de los califas omeyas hacia el año 700. Visitó las ruinas de Babilonia y los subterráneos secretos de Menfis, y pasó diez años en soledad en el gran desierto del sur de Arabia -el Roba el Khaliyeh [Rub al-Jali], o "Espacio vacío" de los antiguos-, el desierto "Danha" o "Carmesí" de los árabes modernos, que se supone habitado por espíritus malignos y monstruos mortales. Se dicen muchas cosas maravillosas e increíbles de este desierto, transmitidas por quienes dicen haberlo recorrido. En los ùltimos años de su vida, Alhazred permaneció en Damasco, donde escribió el Necronomicon (Al Azif), y muchas cosas terribles y contradictorias se contaron sobre su muerte, acaecida en el año 738 de nuestra era. Ibn Khallikan (biográfo del siglo XII) contó que fue atrapado por un monstruo invisible a plena luz del día y devorado ante la presencia de un gran nùmero de testigos aterrorizados. Alhazred pretendía haber visitado la fabulosa Irem, o Ciudad de los Pilares, y haber encontrado bajo las ruinas de un pueblo desértico sin nombre, los terribles anales secretos de una raza más antigua que la humanidad. Fue un musulmán indiferente, que rendía culto a entidades desconocidas a las que denominaba Yog-Sothoth y Cthulhu.







Hacia el año 950 el Azif, muy frecuentado -aunque en forma clandestina- entre los filósofos de la época, fue traducido en secreto al griego por Teodoro Philetas [o Filetas, segùn otras grafías] de Constantinopla con el título de Necronomicon. Durante un siglo su influencia provocó sucesos horripilantes, hasta que fue prohibido y quemado por el patriarca Miguel. A partir de ese momento, sólo quedan referencias escasas sobre su historia, pero Olaus Wormius (1228) lo tradujo al latín en la Edad Media, y este texto latino fue impreso dos veces: en el siglo XV con letras góticas (obviamente en Alemania) y luego en el siglo XVII (probablemente en España); ambas ediciones carecen de pie de imprenta o señales identificatorias, y han sido datadas sólo por la evidencia tipográfica. La obra, tanto la versión griega como la latina, fue condenada por el Papa Gregorio IX en 1232, poco después de su traducción al latín. El texto original árabe se perdió en la época de Wormius, tal como señala su nota introductoria, y nunca se vio la copia griega -impresa en Italia entre 1500 y 1550- desde que se incendió la biblioteca de un coleccionista particular de Salem en 1692. La traducción inglesa realizada por el Dr. Dee nunca se imprimió, y sobreviven sólo algunos fragmentos recuperados del manuscrito original. De los textos latinos queda uno del siglo XV, que se conserva en el British Museum bajo cerrojo y llave, mientras que otra copia, del siglo XVII, se custodia en la Bibliotheque Nationale en Paris. Hay una edición del siglo XVII en la Widener Library de Harvard y en la Biblioteca de la Miskatonic University en Arkham; y también en la biblioteca de la Universidad de Buenos Aires. Muchas otras copias circulan en secreto, y corre el rumor que una copia del siglo XV forma parte de la colección de un conocido millonario norteamericano. Un rumor más difuso aùn afirma que la familia Pickman de Salem conserva una copia del texto griego del siglo XVI, pero seguro que habrá desaparecido junto al artista R. U. Pickman, que murió en 1926. El libro está estrictamente prohibido por las autoridades de varios países y por todas las ramas eclesiásticas. Su lectura conlleva consecuencias terribles. Se cree que por los rumores que circulan sobre este libro (que pocos del público en general conocen ) R. W. Chambers extrajo la idea de su novela El Rey de Amarillo.





Cronología
730 Al Azif es escrito en Damasco por Abdul Alhazred
950 Traducido al griego como Necronomicon por Teodoro Philetas
1050 Quemado por el Patriarca Miguel (i.e., el texto griego). Se pierde el texto árabe.
1228 Olaus Wormius lo traduce del griego al latín
1232 Edición latina y griega, prohibidas por el Papa Gregorio IX
14... Edición impresa en letras góticas (Alemania)
15... Texto griego impreso en Italia
16... Reimpresión española de la versión latina [probablemente en Toledo, 1647]





AVISO DE LAS AUTORIDADES:

Si por algun casual este libro llega a sus manos, NO LO TOQUEN NI LO LEAN, avisen inmediatamente a la seccion especial de bomberos que se encarga de este caso y esperen a que lleguen.

Ellos son profesionales cualificados que llevaran a cabo la destrucción inmediata del libro.

Comenta con nosotros. Hasta el pequeño Cthulhu lo hace desde su nuevo móvil con tecnología 3G.

Comentad, comentad. Cuanto más comentéis, antes volverá Cthulhu desde su encierro abisal en R'Lyeh.