La evolución humana ha terminado
Este es un tema recurrente que siempre ando discutiendo con la gente. Normalmente surge cuando oigo comentarios como "el dedo meñique del pie va a acabar desapareciendo" o cosas así. Y me pongo muy nervioso cuando la gente intenta demostrarlo con argumentos como "claro, porque como no sirve para nada" o "como no se usa".
Pero bueno, vamos a ver, lo que pasa aquí es que hay un error de concepto. La idea que la gente tiene de evolución es puramente lamarckiana. La teoría de la función crea el órgano. Si no usas el meñique ¡zas! tú hijo tendrá el meñique mucho más pequeño. Y si él no lo usa, su hijo lo tendrá aún más pequeño, hasta que en unas generaciones más haya desaparecido. Por favor, no seamos simples. Según esa regla de tres cuando yo tenga un hijo, el pequeño bastardo tendrá una p**** del tamaño de Texas, y dentro de unas generaciones los vástagos del clan Nimendil podrán dejar preñadas a las mujeres de la Luna sin moverse del sofá.
Y todos vemos que (aunque nos gustaría) esto no es cierto. Pues bien, si no funciona con las p****s tampoco funciona con los dedos del pie ni con nada de eso. El verdadero mecanismo de la evolución es el siguiente: sólo los más aptos sobreviven. Cuando al replicarse el ADN de un organismo para formar los gametos se produce una mutación pueden ocurrir tres cosas. Que sea una mutación negativa, positiva o indiferente.
Cuando es negativa suele provocar que ese gameto o el organismo que engendre una vez fecundado sea inviable. Y si es viable pero tiene alguna desventaja, no logrará sobrevivir frente a los demás miembros no mutados de la especie.
Si es indiferente significa que no hay cambio. La mutación no ha alterado nada, o ha alterado algún factor no relevante a efectos de selección.
Si es positiva, el individuo presenta una mejora respecto a los demás miembros de su especie. Esta mejora le permitirá tener más probabilidades de sobrevivir, y, por lo tanto, de transmitir su código genético a una nueva generación.
Ahora volvamos a los humanos y su dedo meñique del pie. Imaginemos a dos seres humanos, a dos frikis típicos por ejemplo. Uno de ellos tiene el meñique del pie largo y el otro lo tiene muy corto, casi vestigial. Sin embargo, ambos tienen las mismas probabilidades de... Oh, vaya, olvidad a los frikis. Para este ejemplo necesito individuos con posibilidades de reproducirse.
Imaginemos a otros dos seres humanos "reproductivamente válidos", friki-masters o heavys o algo así. Dos tipos más o menos parecidos, pero uno con su meñique largo y otro con el suyo corto. Cada uno de estos tipos (si obviamos factores extraños o impredecibles) tiene las mismas probabilidades de reproducirse que el otro. La longitud de su meñique no es un factor relevante a la hora sobrevivir o de encontrar pareja o de engendrar un vástago. Así que meñique-largo transmitirá sus genes igual de bien que meñique-corto.
Y si lo pensáis, aparte ya del ejemplo del meñique, en casi todos los apsectos de la vida humana es así. Sobretodo por los avances médicos. Si antes tenías una enfermedad que afectaba a la fabricación de una determinada enzima vital, a los pocos años te morías sin remedio. Ahora te tomas una pastilla y como nuevo, listo para procrear y llenar el mundo con tus crías de genes defectuosos.
O los defectos visuales. Si antes tenías defectos en la vista te zampaba el lobo porque no lo habías visto venir, y por tanto no transmitías tu información genética miope. Ahora, con unas sencillas gafas todo arreglado.
Entonces llega uno y dice que sí, que si hay evolución física. Tal vez no sobre ventajas de adaptación, pero si sobre el cuerpo. Porque, dicen, los guapos y atractivos tienen más posibilidades de encontrar una pareja reproductiva. La gente que está buena y es guapa tendrá por lo tanto más descendencia que los feos, y la raza humana irá evolucionando hacia un ideal de belleza.
Falso. Falso por varios motivos. Primero, al igual que con las enfermedades, ahora mismo la fealdad se trata con cirugías, así que un guapo puede llevar genes de feo. Y segundo, mirad a vuestro alrededor. Anda que no hay gente fea por ahí, auténticos callos, que tienen éxito. Así que no, los feos follan tanto como los guapos.
Algunos, por tanto, esgrimen el argumento de que la evolución humana ya no es física sino cultural. Ya hemos demostrado que biológicamente todos tenemos las mismas posibilidades de reproducirnos, porque podemos salvar cualquier desventaja física. Esto puede llevarnos a pensar que lo que ahora determinará el éxito reproductivo serán los factores culturales o sociales. Los mejor adaptados socialmente, los más listos, los más locuaces o carismáticos deberían ser los que tuviesen más facilidad para encontrar pareja. De este modo la evolución iría suprimiendo a los individuos más ineptos socialmente y se crearía una especie psicológicamente más atractiva.
Otro argumento que se echa por tierra facilmente. Primero, aunque pueda haber predisposición, el carácter y las características intelectuales no se heredan. Segundo, como se suele decir, para gustos, los colores. Para cada uno de nosotros el atractivo psicológico es distinto. Alguien que a uno le parece intelectualmente interesante a otro le puede parecer un imbécil. No hay más que hacerlo una vez más: mirad a vuestro alrededor. ¿Cuantos gilipollas hay por ahí todo el día teniendo hijos?
Así que espero que todos estéis contentos con lo que tenéis, porque es lo que hay. A no ser, claro, que seamos nosotros mismos los que metamos la zarpa en la doble hélice y nos hagamos evolucionar a golpe de bisturí genético. Pero eso lo trataremos otro día, porque jugar a ser Dios da para otro artículo completo.
Os espero el sábado.