lunes, 14 de enero de 2008

Psicosis (1960)

Psicosis. Obra maestra del terror psicológico.

Advertencia: Esta es una crítica para personas que han visto la película. Los que no la hayan visto, abstenerse (por su propio bien) y corred al videoclub (ya saben a lo que me refiero).


Psicosis es considerada una de las grandes obras maestras del cine de terror. Terror psicológico, del que no puedes huir corriendo o encerrándote en una habitación blindada. Es un miedo el que produce que está ahí, que no desaparece nunca, te persigue y te acorrala. Es el miedo que atormenta a Norman Bates, y en torno al cual gira toda la película.

Una de las muchas cosas buenas que tiene el film, es su impredecibilidad. Nadie espera, la primera vez que ve la cinta, encontrarse con el cadáver de la Señora Bates en el sótano. Pero, una vez visto, todo el mundo es muy listo. En posteriores visionados de la película puedes fijarte en detalles que hacen obvio el final. Cómo la conversación del novio y la hermana de Marion con el Sheriff y su mujer, en la que esta última pregunta extrañada por la madre de Norman. Después menciona el entierro de Señora Bates, y el espectador piensa (o eso busca Hitchcock que haga) que la tumba la ocupa otro cadáver, probablemente una víctima de Bates.
O el hecho de que cuando Norman baja a su madre por las escaleras, esta no se mueve un ápice. El espectador simplemente imagina una señora mayor, inválida, lo que se contradice con su potente voz y sus ademanes de mando.

El sentimiento más importante del espectador con el que juega Hitchcock es la Tensión, que crea a través de imágenes y por supuesto de la magnífica banda sonora compuesta por Bernard Herrmann.
Al robar el dinero, Marion no lo saca del sobre, qué está roto, y mientras va en el coche, la cámara se desvía constantemente al bolso de Marion, en el que asoma el sobre de papel. No faltan momentos en los que el espectador cree que el dinero se va a salir del bolso. (Por cierto, impecable dirección de vestuario)
Al llegar al motel, Marion deja el dinero envuelto en el periódico. Cuando Bates está limpiando la habitación de Marion, la cámara hace planos generales de la habitación, pero el espectador no puede evitar quitar su mirada del periódico. Finalmente Bates repara en él, y la cámara hace un zoom del periódico sobre la mesilla.
Estas, y otras imágenes muy visuales, como los pájaros disecados del despacho de Bates, o la misma Mansión Bates en lo alto de la colina, con su estética gótica impecable, contribuyen a crear un clima de suspense que impregna toda la cinta.




La actuación de Norman Bates es otro de los factores claves para la creación del clima de intensas emociones que domina la película. El actor ya había interpretado papeles de psicótico con anterioridad, y aunque su nombre siempre será asociado con Psicosis, su carrera tiene una extensa filmografía.

Hitchcock demuestra en Psicosis su maestría en la utilización del ritmo narrativo. El viaje en coche por las carreteras desiertas del Norte de California es largo y pausado. La conversación de Marion y Bates en el despacho del motel es prácticamente a tiempo real. En esta primera parte de la película, el director no escatima en tiempo narrativo.
Hasta entonces, Psicosis es la historia de una chica joven, que enamorada de su pareja, roba un dinero que les permitirá a ambos vivir juntos. Una historia de amor con componente policiaco. Cuando muere el detective encargado de encontrar el dinero, este componente desaparece de escena. Ya no importa el dinero robado (una pequeña mención al final de la cinta). Se convierte en la excusa que Hitchcock utiliza para desarrollar su intrigante trama.

La segunda parte de la película se desarrolla a un ritmo mucho más rápido que la primera. Investigaciones del detective. Aparición de la hermana. Muerte del detective. Descubrimiento del cadáver de la Señora Bates. A través de escenas cortas y cambios de escenario, Hitchcock aumenta el ritmo y la tensión. En la mente del espectador se forma una maraña de asociación de ideas, que culmina con la explicación del psicólogo, que arranca un “Ahhh” en la boca de los espectadores, y abre sus ojos dos veces su apertura normal.

Con bajo presupuesto y actores desconocidos (a excepción de Janet Leigh, que ya había aparecido en Mujercitas, El gran Houdini , Sed de mal, o Los vikingos), Hitchcock se ganó la aceptación del público juvenil de la época, y rodó una de las películas que lo consagrarían para la eternidad.

6 cosas (no) relacionadas:

Nimendil dijo...

Coincido contigo, la actuación de Perkins como Bates es determinante en la película. Es un personaje muy elaborado.


Cómo atemoriza ésa visión de espaldas de la señora Bates...

Ana-Cronista dijo...

Ki, al cine siempre con palomitas, no como estos cines que se creen muy gafapastas y ya no las venden (véase Renoir Plaza de España, Yelmo Cineplex...)

por cierto, gracias por las entradas! :)

Bano Tuk dijo...

Has empezado por una de las grandes...
Me encanto esta peli cuando la vi por primera vez, te ha faltado nombra la escena de la ducha para que yo pudiese poner esta imagen (http://cheito.bitacoras.com/images/psicosis.jpg) y una foto de la casa que me encanta...
Una cosa que pocos saben, para bien porque creo que son bastante malas es que esta pelicula tubo secuelas que acabaron en una saga:
Películas de la saga:
1960 - Psicosis
1983 - Psicosis 2ª Parte
1986 - Psicosis III
1990 - Psicosis IV: El Comienzo
1998 - Psycho

Antes de ver esto es mejor ver la peli del Capitán America (el domingo me la puse otra vez hasta el final, me encata...)

Ana-Cronista dijo...

la última es version, dirigida por Gus Van Sant, pero por lo visto es malisima también.

No es comparable. No se puede versionar a Hitchcock...

Khazum dijo...

Desde luego es verdad, que no se puede hacer secuelas de películas de Alfred, porque son basura, no hay más que ver la versión de Psicósis que interpretó Anne Heche.

Otra cosa más que cabe destacar de psicósis, digamos como curiosidad aparte de la increible actuación de Norman Bates (Típico hombre ingenuo pero perverso por dentro y muy frio, como en la escena final de la mosca), es la escena de lla ducha.

El ruido de las puñaladas, si os fijáis están hechas, con un cuchillo y un melón. Otra cosa es la multitud de planos que esa escena posee, y lo dificil que era mostrar tantos planos, sin mostrar ninguna parte digamos 'intima' del cuerpo de Marion, debido a la censura de la época.

Ki dijo...

Vamos a ver, el que acuchilla melones soy yo, el resto no teneis que fijaros en esos detalles, ya os los dice Khazum.

¿Palomitas? ¿Ki? no veo la relacion, pero la asociacion es buena, respecto a las entradas, un placer, señorita.

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