Arderás en el Infierno

Mis frikis amigos, el otro día, nuestro querido Benedicto XVI dió una importante noticia: han vuelto a abrir el Infierno. Y lo que es más importante, ya no lo van a volver a cerrar, según declaró el Santo Padre. "El Infierno existe, y es eterno". Con estas contundentes palabras, se vuelve a retomar la antigua tradicción, según la cual, las almas alejadas de Dios, y los rockeros, van al Infierno.



Pero esto no es todo, porque como ya todos sabéis, hace poco, el Pontífice eliminó el limbo. El limbo, ese maravilloso pero incierto lugar donde están los niños sin bautizar, las almas en espera, la gente cuando piensa en las musarañas, y en fin, pues muchas cosas.

Poco a poco se va estrechando el cerco para los pecadores. Ya no solo no tienen limbo para esconderse del angel castigador, sino que ahora además son enviados al Averno.

El Inframundo, recién restaurado para su reapertura cuenta con las mismas prestaciones que antes, aunque supongo que en esta nueva edición, Inferno 07, presentarán algunas de las novedades en torturas para el alma y sacarán alguna nueva versión de los castigos eternos. También podremos sufrir en los viejos clásicos de siempre, como la roca de Sísifo y el Devorador de Almas de "el jardín de las delicias".

No cabe duda de que esto también supone una gran ventaja social, pues se generan muchos puestos de trabajo. Los íncubos y súcubos que trabajaban antes aquí ahora tienen otros trabajos y hay que ocupar todas estas vacantes. Lou C. Fer, responsable de la reapertura, ha anunciado que se necesitan empleados, ante la gran afluencia de clientes. Para ello ha animado a todos aquellos que quieran trabajar torturando almas a que lo llamen a su número personal, utilizando para ello aquella vieja tonada de los Ángeles del Infierno: Marca mi número, es el 666...



Y ahora ya vienen la conclusiones personales del maestro Nimendil, friki mordoriense y rockero de pro.

A ver, analicemos la figura de Satán. Se supone que Él es el gran enemigo de Dios. Es el Ángel Caido, que abandonó las legiones celestiales y renegó de la palabra de Dios. Belcebú, además de ser dueño de una importante empresa de autobuses, gobierna en el Infierno. Hemos visto, por lo expuesto anteriormente con palabras de Benedicto, que las almas malvadas y separadas de Dios van a sufrir al Infierno, torturadas por los súcubos, y otras criaturas perversas y blasfemas. Y digo yo, ¿porqué el Principe de la Maldad iba a torturar a sus propios siervos que esparcen su maligna semilla por la Tierra? No debería en cualquier caso decirles: "Bienvenidos hijos mios, regodeemonos en nuestra maldad y celebremos una gran orgía de proporciones bíblicas (para más inri)". Entonces, tal vez el Infierno no sea tan malo para los malos, así como el cielo no es malo para los buenos. Lo que ya es diferente es si uno de los de arriba, allí en las nubecitas, se cae al averno. Entonces si que disfrutarian las legiones de la oscuridad torturando a esta pobre alma inocente.


Además, en el Inframundo se encuentra uno con señoritas como las de la imagen, simpáticas y agradables súcubos de desbocada y lasciva pasión lujuriosa.

Tal vez no nos haga gracia que sus amigitos nos hagan cosas malas, pero eso es el mal menor.

Conclusión, que con esa compañía, ¿quien va a pasarlo mal?


Otra ventaja es que ahora los Barón Rojo vuelven a tener razón. Porque en todo este tiempo, ¿donde iban los rockeros? Claro, claro, menos mal que Benedicto se ha preocupado por los hijos del rock. Nos ha preparado un sitio bien calentito, alejados de esa falsa humanidad de los que se dicen buenos.



Pero bueno, dejemonos de tonterias. Todo esta teoria de los cielos y los infiernos es mu gonita, pero, lo que todos estamos pensando, la duda existencial que surge en nuestras frikis mentes, ¿y que pasa con Cthulhu? ¿Es que nadie piensa ya en el pobrecito Cthulhu, ahí sumergido aburriendose en R'lyeh? Pues no se yo que pensaría Su Viscosidad de todo esto del Infierno, pero seguro que no le gusta nada. Y ahora por que está sumergido y todo eso, pero cuando las estrellas estén en posición, se va a despertar y se va a enfadar...


Y finalmente, otra duda que encoje nuestras almas, ¿es obligatorio ir al cielo o al infierno? ¿No se puede eligir si ir al Valhalla, o al reino lúgubre de Crom? No os preocupéis, el tema de la siguiente entrega de "Religiones del mundo", esta profana sección de Nimendil, será "el Valhalla, cinco trucos fáciles para entrar sin carta de recomendación". Y en la próxima abordaremos el tema de "como ser fiel a Crom y no morir en el intento".

Pues eso es todo por hoy, amigos frikis. Y recordad, que si hay que elegir entre ellos y el rock, yo elegiré mi perdición. Y sé que al final tendré razón, y ellos no.



Espero que la Inquisición no me condene a la hoguera, aunque estoy haciendo méritos...