El retorno del guerrero de la cortacésped
Buenos días, amigos, por fin es viernes. Hoy me vais a permitir que antes de la habitual tira diga unas cosillas. Seguramente todos recordaréis que, hace poco, Ki nos enseñó las fotos de su motosierra. Una motosierra Stihl. Un poco sucia, pero bastante mona, todo hay que decirlo.
Pero como todos notasteis, esa entrada no fue sino un claro desafío. Un desafío tecnológico atodos nosotros. Sobretodo para alguien con un historial como el mío.
Y tal vez alguien pensase que las cosas se iban a quedar así. Quien lo pensase se equivocó muy mucho.
Pues bien, Ki, veo tu Stihl y subo la apuesta a una motosierra...
...y una recortadora de setos.
Espero tu siguiente jugada.
Además, tu Stihl no está mal y, vale, al comprarla te regalaron el famoso calendario. Si, Stihl, una marca que está bastante de moda y que muestra mujeres y maquinaria para vender su imagen. Bueno. Pero mi motosierra no es una sierra mecánica cualquiera, ni una vulgar Stihl. Como se ve en la foto es una Husqvarna, auténtica marca profesional, fabricantes no sólo de maquinaria agroforestal y de construcción sino también de motos, y por si fuera poco, de armas de fuego.
Y además a mi no me regalaron calendario pero si un casco molón.
En fin, sobre la motosierra no me voy a extender más. Sobre todo porque no tengo más fotos que esa, que cuando uno se dedica a cortar árboles no hay mucho tiempo para fotitos y... bueno, las baterías de las cámaras se hielan con el frío. El día que el gran árbol cayó fe el día de la nevada y después de hacer tantas fotos a la nieve, la batería se heló y sólo dio para una foto de la sierra.
Sin embargo, sobre la recortadora si voy a poner más fotos. Y además fotos en las que váis a poder disfrutar de la onírica visión de mi cuerpo. El reportaje se lo tenéis que agradecer a Hada, que además de saber de cine es una gran fotógrafa con una cámara profesional. Todas las fotos del post son suyas, salvo la de la motosierra, que fue tomada otro día y por otra persona. Tengo que decir que Hada hizo las fotos en mayor calidad, yo la he reducido para poder subirlas sin tardar horas.
Pues allá vamos. Una vez más el guerrero de la cortacésped volvió a ponerse sus guantes. Pero esta vez no sería para empuñar su Attila. Hoy no sería un combate contra la infantería vegetal, sino contra las unidades aéreas.
Si, amigos porque para combatir adecuadamente contra la marea de plantas que intentan invadir caóticamente Reino Jardín no se puede ir vestido de cualquier modo. Es necesario vestir una armadura, en este caso, un mono de combate.
Y claro, estaréis pensando, todo esto se aplica bien para la defensa de Reino Jardín, pero también se puede aplicar a otros contextos, ¿no?
En efecto, amigos. Esta misma será mi equipación de combate el día del Apocalípsis Zombie.
Así que, cuando los muertos caminen por las calles, buscadme. Yo seré la cosa amarilla que se mueve. No hay posibilidad de equivocarse.
Aunque, cuidado, no me miréis muy fijamente, porque podéis deslumbraros.
Y como véis, con estas nuevas herramientas el guerrero de la cortacésped podrá a partir de ahora combatir el caos del jardín y batallar sin tregua contra los enemigos de la belleza y el orden, defendiendo sin descanso setos, arriates y parterres.
Y en fin, queridos amigos, ahora os dejo, para que reflexionéis sobre todo lo que habéis visto hoy aquí. Dentro de dos horas, a las once, volved para leer la tira.
5 cosas (no) relacionadas:
¿con una recortadora salvaras el mundo?
Solo conseguirá alisarlo...Por cierto, ejem ejem... con ese mono, ese recortasetos y esas posees que pones en las fotos, pareces un patético power ranger de pacotilla.
Si, total, pero como los zombies no tienen gusto que más da.
Por momentos también parecía un yellowtrooper. ¡PowerNimendilRanger!
¡otia!
¡un teletubbie sangriento!
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