Difamaciones

Hace poco recibí en mi correo la siguiente carta:

De: Nimendil ''Agarwaen'' de Litia
Enviado el: Lunes, 16 de Julio de 2007 03:29:48 p.m.
Asunto: Uno siempre se acaba enterando

Si ya digo yo siempre que es mejor contar las cosas desde un principio.

Porque al final siempre te acabas enterando de las todo de manera indirecta.

Y luego surgen situaciones incómodas. Más incómodas aún que si se hubiera hablado todo al principio.

Os preguntaréis porqué digo todas estas cosas.

Pues porque en su día se dijo que todo lo que hiciésemos en las partidas debía ser ficticio y no basarlo en experiencias ni vivencias personales.

Claro está que esto no siempre lo cumplimos porque es inevitable que algunos rasgos de nuestra personalidad se muestren en nuestros personajes. Halma el Lefo es un claro ejemplo de personalidad transferida a un PJ.

Pero una cosa es eso, y otra que los personajes hagan cosas que nosotros ya hemos hecho en la vida real. Eso quedamos que estaba estrictamente prohibido.

Pues hay alguien que no solo lo ha hecho, sino que además ha tenido el descaro de hacerse una foto y colgarla en Internet.


Señor Ki. ¿Tendría usted la amabilidad de explicarnos que significa esta foto que adjunto?

Que sepa que tanto usted como su personaje Zabildo Tronedero sufrirán una investigación para aclarar los hechos.

Hasta entonces pasa usted a disposición judicial.

Se levanta la sesión.

Nimendil


Y en esa carta se adjuntaba la siguiente fotografía:

Pues bien, paso a refutar las acusaciones que se ciernen sobre mi, calumnias infundadas y desprovistas de todo sentido de la equidad, difamaciones de mis enemigos para corromper mi imagen pública y privada, de tal manera que la mancha de la deshonra brille para siempre en mi rostro.

El suceso ocurrió antes de que se publicasen estas imagenes trucadas en la Red de Redes, por lo que no se me puede acusar de plagio ni de taquiones.

Y mi personaje, Zabildo Tornamestre, honroso superviviente de la corte de Aquilonia y tragicamente fallecido por negligencia masteril, se mordió la oreja después de pasar por debajo de sus piernas, no lo que quiera que haga ese individuo de la fotografía, y además, lo hizo con una antorcha en la mano, lo que dificultaba mucho la operación.

Por lo tanto, me considero libre de toda acusación y me vuelvo a trabajar a mi despacho por el bien de los ciudadanos.

PD: Niños, no lo intenteis en casa.