De como Hörn pasó de ser un agradable poblado pescador a ser la capital del crimen organizado

Hace mucho tiempo, en una isla muy, muy lejana...

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EPISODIO XVII

EL DESTINO CONTRAATACA
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Son tiempos difíciles para los habitantes

de Hörn. El malvado IMPERIO MÁGICO que controla

la isla tiene a los pobres habitantes atemorizados

con su magia y con las terribles criaturas

que liberan desde su fortaleza construida en el centro

de la isla, la TORRE DE LA MUERTE. Allí, apoyados

por el pérfido CONDE DE BERILIA, realizan

todo tipo de terribles experimentos mágicos

que afectan a los inocentes pescadores.
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Pero un grupo de isleños, dirigidos por el

valiente CONDE DE LITIA han opuesto resistencia

y han comenzado una ofensiva dirigiéndose

poco a poco hacia la TORRE DE LA MUERTE,

acabando con numerosos magos, y un sinfín de

repugnantes berilianos. Con los planos proporcionados

por la PRINCESA DE RELOJDEARENIA, transportados

por su esclavo R2-DWose, un grupo de exploradores

litios han conseguido introducirse en la fortaleza

enemiga y desarticularla.
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Todo parece ir bien, ahora que la amenaza

de los magos ha desaparecido, y el pueblo es libre al fin.

Pero una nueva AMENAZA FANTASMA se

cierne sobre la isla, un barco se acerca a las

costas de Hörn, cargado de PERSONAJES JUGADORES,

el más terrible destino que puede

sufrir cualquier lugar de la Tierra Media.
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- ¿Así que lo que queréis es llegar hasta la Torre de Hechicería?- preguntó el alcalde, - mirando al extraño grupo que se había presentado en su despacho con una misión del Rey. La más normal de los cuatro parecía ser la pequeña y atractiva chica vestida con pieles de oso y cargada con multitud de armas extrañas; los otros tres eran un elfo tuerto y calvo de mirada torva y con rasgos lupinos que portaba una pesada ballesta y un halcón reseco pegado al hombro, un humano gigante, calvo y barrigudo, con un hacha de piedra, el cuerpo cubierto de tatuajes de hojitas y con un pie metálico y un enano malcarado montado en un erizo gigante borracho que llevaba a la espalda (el enano, no el erizo) una mochila tres veces más grande que él. Lo único que denotaba que estos tres eran hombres del Rey eran sus tabardos negros con la cabeza de lobo blanco en el pecho, uniforme de la orden de caballería del Rey, la famosa Orden del Lobo Blanco. - Pues bien adelante, no tenéis mas que seguir el camino que sale del pueblo y que se dirige hacia el centro de la isla. Allí, sobre la montaña central, veréis la torre.

Sin saber exactamente porque, el alcalde suspiró aliviado cuando la extraña compañía abandonó su despacho. Con curiosidad se acercó a la ventana para observarlos partir. - ¿Que demonios harán todos ahí parados al lado de ese solar? Se preguntó el buen hombre. - ¡Por Sigmar! Ese enano ha clavado un cartel en el solar y lo celebra con sus compañeros. Me pregunto que se propondrán. Bah... Seguiré con mis importantes asuntos de gobierno: ¡Baldur, te reto a unas tabas! Mejor habría hecho en preocuparse más por los asuntos del extraño grupo, y tal vez su destino hubiera sido otro, pues ese inocente cartel fue el germen del mal en el pobre poblado pescador.

* * *

- ¡Mirad, Señor, un dragón negro surca el cielo!. Dijo Baldur unos días después a su señor, el alcalde de Hörn. - Y parece que viene de la torre. - Mal presagio... Contestó el dirigente moviendo su alfil. - Bueno... te toca.

* * *

Tres meses mas tarde unos operarios levantaban una posada en el solar donde el enano plantó aquel cartelito. Fue llamada La Forja, y abierta al público como taberna, posada, burdel, mercado negro, lugar idóneo para pelearse... A las otras tabernas y posadas del pueblecito no les hizo mucha gracia tener mas competencia, pero eso no seria problema durante mucho más tiempo. En la llamada Noche del Diablo, (¡fuego a tope!) el resto de posadas, tabernas y otros establecimientos parecidos, (además de un par de casas de civiles), fueron reducidos a escombros. Una oleada de asesinatos, robos, violaciones, secuestros y diversas extorsiones obligaron a la gente decente a abandonar el pueblo, siendo reemplazados por gentes procedentes de los más bajos estratos sociales, aventureros, cazadores de fortuna, contrabandistas, asesinos y traficantes de cedrón. Dos semanas mas tarde, el alcalde de Hörn, Baldur y los fieles al antiguo régimen visitaron el fondo del puerto, con una bala de cañón atada a los pies.

El nuevo gobierno estaba constituido por una tríada de siniestros personajes, que dirigieron el pueblo con mano de hierro y aguardiente del bueno. En el cargo de gobernador supremo, Gran Ki Nano, para asuntos de fiestas, inmigración y comercio, Halma el Lefo, y como ministro de guerra y asuntos internos, Nimendil el Elfo Oscuro. Bajo este gobierno, Hörn prosperó, creció y se enriqueció. Los comerciantes acudían a negociar y a establecer sus tiendas en la ciudad, las mejores espadas de alquiler ofrecían allí sus servicios y los mejores pagadores los contrataban como mercenarios, se construyó un invernadero donde se cultivaban todo tipo de hierbas, se fundó una armería, e incluso unos aventureros amantes de la ciudad donaron dos estatuas de oro de 12 metros de alto, que adornan ahora la plaza principal, junto a la estatua del Dios Dinero.

Con el tiempo la ciudad se amplió, el puerto creció y se construyeron nuevos barrios: Aprovechando el bosque cercano a la ciudad, los elfos construyeron allí sus casas. En la colina del noreste, se excavaron numerosos smials que fueron ocupados por las razas medianas (hobbits, kenders y otros tipos bajitos) Los enanos vivieron entre los humanos, pero sus casas destacaban por su solidez y perfecta arquitectura. Los pieles verdes (órquidos, goblinoides, trolls...) y algún que otro gigante establecieron sus poco estéticas viviendas a las afueras, donde no molestasen a la vista de los 'refinados' habitantes de la ahora prospera ciudad.

Con las dimensiones de la nueva ciudad, La Forja no podía abastecer todas las necesidades taberniles de sus habitantes, por lo que el gobernador (y dueño de La Forja, por si alguien no lo había pillado todavía) emitió una ley de libre comercio, en la que todo tipo de establecimientos eran permitidos. A pesar de la creación de nuevas tabernas, burdeles y posadas, La Forja siguió siendo el lugar preferido por todos. Lo único que le faltaba a la ciudad no se hizo esperar, pues poco tiempo después, y sin que nadie supiese como, en el barrio céntrico de la ciudad apareció (justo donde tenia su casa un señor en camisón) una alta y siniestra torre, que fue la morada de la nueva maga de la ciudad, una famosa hechicera venida de Vengerberg. La vista general de la ciudad era impactante, con sus altas torres, los afilados pináculos de los templos dedicados a oscuras divinidades, la gloriosa figura del coliseo y el puerto, siempre repleto de navíos llenos de mercancías diversas. Porque se abrieron muchas rutas comerciales hacia Hörn, para llevar a la ciudad especias, esclavos, vinos, seda y otras valiosas mercancías. También muchos de los piratas que tenían su guarida en Umbar establecieron su base de operaciones en Hörn, dada su condición de puerto franco.

Gracias a todas estas mejoras, Hörn consiguió robarle a Umbar el primer puesto en la 'Lista Guiness de Ciudades Tiránicas, Delictivas y Anárquicas', y ganó el premio Corleone a 'La Capital del Crimen Organizado'. Los últimos rumores dicen que el Concilio Blanco ha pensado declarar a nuestra querida ciudad 'Patrimonio de la Malignidad'. No se puede saber si es cierto, pero lo que sí sabemos es que si necesitas contratar mercenarios, o quieres ser contratado como tal, o te persigue la justicia, o vendes sustancias mal vistas por la sociedad, o si simplemente quieres divertirte y pasar unas noches inolvidables... ¡Hörn es tu ciudad!