Orgullo Friki: yo digo NO

Hoy es el Día del Orgullo Friki. Como sabéis, en Sima de Rol estamos inmersos en nuestra Semana Cthulhu y hasta ahora no habíamos hecho ninguna mención al Día F. Pero no sólo no dijimos nada por estar ocupados con temas más “profundos”, sino porque siguiendo nuestra línea editorial, preferimos no decir nada.

Hoy, sin embargo, por la presión de ciertos lectores, otros frikis con los que estamos en contacto y el público en general, me he visto forzado a escribir este editorial sobre el “famoso” Orgullo Friki.

No hay más que ver el título para saber, de antemano, cual es mi postura. Yo estoy en contra de dicho día. Quizá algunos recordéis que el año pasado si que hicimos una entrada sobre el orgullo friki. Es cierto, pero os explicaré los motivos. El año pasado era el segundo Orgullo Friki celebrado, pero realmente el primero bien organizado. Y como algo incipiente, novedoso, y friki, había que darle una oportunidad. Pero ahora ya, con conocimiento de causa puedo afirmar que mi postura es contraria a la gente que mediante este día intenta demostrar el orgullo friki.

¿Demostrar nuestro orgullo? ¿Y por qué no íbamos a estar orgullosos? Yo, como friki que soy, no necesito demostrar que estoy orgulloso de serlo. Simplemente soy friki, y me gusta. Y me visto con mis camisetas frikis todos los días, y llevo mis chapas y pines frikis todos los días. Y me recreo en mis gustos frikis cada día. Pero no necesito proclamar que estoy orgulloso de hacerlo. Porque doy por hecho que si soy friki es por que estoy orgulloso. Y aún digo más, intentar demostrar el orgullo significa que hay una inseguridad sobre dicho orgullo.

Si, inseguridad sobre lo que ese orgullo demuestra. Porque celebrar un día de este tipo se hace con un objetivo: para reclamar algo, como aceptación social o legal o para protestar por algún motivo. Como, por ejemplo, el colectivo homosexual, que a pesar de estar actualmente más aceptado que antes, sigue en desventaja. Pero, señores míos, los frikis no estamos en esa situación. Ciertamente, a tu madre, novia, mujer o hijos, puede no gustarles que te disfraces de dalek para ir a una convención, eso es muy cierto, pero legalmente tienes los mismos derechos que cualquiera.

Y permitidme que siga con la comparación con los homosexuales, el colectivo más reconocido por tener un día del orgullo. Entre los homosexuales hay dos tipos: los gays normales, que son personas que viven su homosexualidad dignamente, y después están las mariconas, o locas o como gusten de ser llamados, que son los que hacen una ostentación ridícula de su homosexualidad y celebran el Día del Orgullo “disfrazándose” de gays.

Pues bien, entre los frikis pasa lo mismo. Hay frikis dignos, que viven su frikismo día a día como una parte más de su vida. Y después están los exaltados, los frikis “locas”, que tienen que hacer el idiota para que la gente sepa que son frikis.

Sí. Hacer el IDIOTA. Porque ya me diréis si no como llamáis a la batalla de barras de pan. Una soberana gilipollez. Hay gente que está pasando hambre y hay alguien que osa convocar a los frikis a tirar pan. Si, es cierto que con ese pan no se iba a solucionar el hambre en el mundo, pero aún así, tirarlo de esa manera es una falta de respeto hacía todos los que mueren por falta de alimento. Y sobretodo, cuando hace tiempo ya que los frikis descubrimos las tremendas posibilidades de las espadas de gomaespuma para rol en vivo o la versatilidad de los churros de la piscina.

Y yo os digo, frikis, que si queréis estar orgullosos de serlo, no participéis en una de esas batallas de pan. Y decid con orgullo que sois FRIKIS, por Crom, pero no imbéciles despreocupados. Decid que sois FRIKIS, si, pero que no habéis olvidado que hay problemas en el mundo. Decid que os gusta Superman no (sólo) porque lleva los calzoncillos por fuera, sino porque intenta usar sus poderes para ayudar al mundo. Decid que Batman nunca tiraría pan sabiendo que hay niños que... bueno, decid mejor que Conan nunca usaría una barra de pan para luchar, usaría un buen mandoble o un hacha.


Seguimos. Es cierto que en el llamado Día F se organizan otras muchas actividades. Algunas son muy positivas, como la de donar sangre, algunas bastante interesantes, como los intercambios de libros, otras muy bien recibidas, como los descuentos, y luego por otra parte, las típicas actividades frikis.

Vale. Esas cosas están bien y se agradecen. Pero volvemos a lo mismo, ¿porqué es el único día friki? ¿Por qué todos estos frikis tan orgullosos no se dedican a organizar cosas con más frecuencia? ¿Porque no se organizan más proyecciones de pelis molonas de hace años, o porque no se organizan más torneos de rol, cartas, minis o lo que sea? Si lo que se quiere es revindicar, revindiquemos que se hagan muchas más actividades frikis. No solamente hacerlas un día para salir en la tele y que la gente piense que “ya están otra vez esos locos”.

Porque al final es esa la imagen que se da. Ese es el poso que queda en el subconsciente popular. La sensación de que los frikis son unos locos que se disfrazan y son o retrasados o peligrosos. Y en vez de hacer ver a la gente que estamos orgullosos de nuestras interesantes aficiones les hacemos pensar que estamos chiflados.

Y así cuando conoces a alguien y le dices que juegas al rol la respuesta suele ser: ¿Eso no es lo de ir matando gente por ahí? O si dices que lees comics te dicen: Pero si eso es para niños pequeños Y si aclaras que no, que son historias para adultos te dicen “que guarrería” y te dejan de hablar. O el niño que le dice a su abuela que le gusta Star Wars y la buena mujer se piensa que su nieto es un vándalo que se disfraza para tirar comida por la calle. O la no menos drástica situación de la joven a la que sus padres no dejan salir de casa porque su novio es un friki y ellos no quieren que su hijita se junte con semejante desecho social.

Algunos podrán alegar que una campaña en los medios bien llevada puede suponer mucha publicidad positiva para nuestro gremio, pero no nos engañemos, en los medios, desde su poder y superioridad mediática, se ríen de nosotros. Y digo yo que si la opinión pública pasa de nosotros, como una joven que quiere darse aires y que los mozos se interesen en ella, ¿qué vamos a hacer nosotros? ¿Seguirles el juego e intentar llamar su atención con quedadas, desfiles y gilipolleces? ¡Yo digo NO! Si la opinión pública pasa de nosotros, pasemos nosotros de ella. A los medios sólo les interesa lo que vende. Y el frikismo de siempre no vende: unas tíos jugando al rol mientras se toman una cerveza, o un grupo que organiza una tertulia comiquera en una tienda no venden. Lo que vende es la carnaza. El espectáculo zafio. La caspa. Las quedadas para hacer el idiota venden, porque hay alguien a quien ridiculizar.

Y a mí me da mucha pena que haya frikis que quieran entrar en ese juego. A mi no me gustaría que la gente me señalase y dijese: Mira, ese es un friki de esos que hace el tonto por la calle y sólo sabe idioteces. No, a mi me gustaría que la gente me señalase y dijesen llenos de admiración y respeto: Mira, es un friki. Tiene gustos diferentes a los nuestros, pero es un hombre íntegro, digno y con una amplia cultura.

Hay un camino que lleva al frikismo digno. El otro es el reverso tenebroso.

A un lado el frikismo de siempre. Al otro el Orgullo Friki. Yo ya he elegido mi bando. Y tú ¿de que lado estás?



PS: La semana Cthulhu terminará mañana.