La supervivencia de los pejotas
Buenos días, amigos frikis. Hoy vamos a hablar de un tema importante para todos los que nos declaramos jugadores de rol. Un tema que inquieta a todo aquel que se haya hecho un personaje para una partida. Un tema que demuestra como los temores de la vida real se trasladan y se reflejan en las partidas de rol. Hoy vamos a hablar, queridos amigos, de la supervivencia de los pejotas.
Y vamos a hablar de ello, porque he descubierto ni más ni menos, el secreto para que un PJ sobreviva. He dado con la clave. Sé lo que hay que hacer, no para esquivar a la parca, que es imposible, pero si para reducir drásticamente las posibilidades de que corte nuestro hilo de la vida.
Y os lo voy a desvelar así sin más, sin mayores preámbulos. El secreto para que un PJ no muera prematuramente es evitar los combates. Os sonará a perogruyada, pero así es. El PJ que evita los combates vive más que el PJ que no lo hace.
Ya, ya sé que no soy el primero que llega a esa conclusión. Es algo lógico: si te alejas de las tortas evitas que te peguen. Pero tampoco es eso lo que quiero decir. Al final, en una partida de rol todos los personajes acaban combatiendo. Pero es la manera de hacerlo la que nos ahorra problemas.
Miradlo desde un punto de vista puramente estadístico. Pensad en personajes de profesiones guerreras y pensad en pejotas de profesiones no guerreras.
Los guerreros, bárbaros, exploradores, paladines, montaraces y demás son gente de combate. Si hay malos, a la carga.
Los pícaros, magos, druidas, bardos y en general los pejotas con pocos puntos de vida, cuando ven unos malos lo primero que piensan es como se las van a apañar para salir vivos de ahí.
Al final todos se acaban pegando igual, en especial si se trata de magos guerreros del dungeons de esos con mil escudos mágicos, amuletos y varitas por todos los lados, pero la diferencia está en como se afronta la situación. Normalmente cuando tu intención es evitar un combate y buscar otros medios, acabas sobreviviendo. Pero si siempre te metes en el fregao, es cuestión de tiempo que te encuentres a alguien más fuerte que tú. O a uno más rápido. O a uno que saque un crítico letal.
Remitiros una vez más a un pensamiento puramente estadístico. De vuestros pejotas, o los de vuestros conocidos, mirad los de niveles más altos. ¿Son combatientes o debiluchos? Mi experiencia me dice que son los debiluchos los que llegan a niveles más altos. O si lo preferís, no los debiluchos, sino los prudentes. Porque conozco a algún PJ guerrero tan prudente a la hora de lanzarse a la batalla que casi parecía un pícaro de nivel 1.
También es verdad que esto depende del tipo de partida. Una típica partida mazmorrera de saja-raja, que consiste (simplificando) en un pasillo con malos a los que hay que matar para avanzar, está claro que los personajes fuertes tendrán más posibilidades para sobrevivir. Pero en una partida elaborada, de las buenas, con tramas cruzadas, puzzles, y (por utilizar la comparación con los videojuegos) final abierto, en esas partidas tiene más posibilidades de sobrevivir un PJ prudente. Muchas más que una bestia parda.
Aunque otra cosa es que esto sólo es aplicable a los reglamentos de ambientación medieval-fantástica o por extensión a los sistemas donde se pueda combatir. Me refiero a que no se aplica a los reglamentos realistas. En Cthulhu, por ejemplo, no hay combate. Y si lo hay no dura más de dos turnos. Al primer golpe que recibes sueles quedar fuera de combate. Así que ahí es casi obligatorio evitar el combate. El Cyberpunk, Paranoia y similares tampoco son válidos, porque aunque en ellos si hay combates largos, da igual que evites participar en el combate, tus posibilidades de sobrevivir son igual de bajas. Los más probable es que te mate una bala perdida, que ni siquiera tiene por que ser de tus enemigos.
En fin, yo que siempre he sido fiel al credo del sigilo ninja, cada vez estoy más convencido de que con sigilo y con carisma se puede llegar al otro lado, matando sólo a los que te interesa. Y mira que también soy fan de llevar pejotas vikingos con enormes martillos de guerra, pero ya os digo, para sobrevivir, no hay nada como evitar el combate.
2 cosas (no) relacionadas:
Está muy bien esto. Para el que quiera sobrevivir, claro. Mi Paladín de la Luz no es que sea un matatrolls, pero morirá en la batalla, a lo Sturm Brightblade, él solo contra un ejército maligno, defendiendo lo que es justo y bueno y salvando a sus compañeros. Morir de viejo no tiene tanto glamour como morir con las botas puestas. ¿Quién escribirá un poema épico sobre un abuelo que FUE un gran guerrero, pero ahora no puede ni levantarse a cagar sin ayuda?
Por supuesto que intento que su muerte se produzca dentro de mucho, mucho tiempo, y con un buen puñado de gestas heroicas a sus espaldas, pero como NO puedo huir o evitar un combate contra el Mal seguiré confiando en los millones de puntos de vida que tiene, la armadura gigante y el espadón sagrado.
En Cthulhu, por ejemplo, no hay combate. Y si lo hay no dura más de dos turnos. Al primer golpe que recibes sueles quedar fuera de combate.
Y aunque no te den el golpe. Y aunque no haya combate. Para sobrevivir a Cutuclú, nosotros tenemos tres normas básicas:
- No te pongas nada en conducir.
- No te pongas nada en idiomas.
- No leas ninguna carta-libro que caiga en tus manos... ¡o mejor! No te pongas nada en leer... Mientras menos sepas, más vivirás...
Por cierto, que los magos sean de más nivel... bueno, ¿qué menos? En la mayoría de juegos, los magos no cuentan como nada hasta mínimo el nivel 8...
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