- ¿Yog Sothoth?
- ¡¿Cthulhu?! ¿Que hay, viejo pulpo?
- ¿Que pasa, hombre? ¿Como va todo?
- Pues aquí estoy, profanando Gamma Centauri.
- Qué tio... je, je, je.
- Oye, hace mucho que no sabemos de tí.
-Ya lo sé, macho, ahora te cuento. Hey, ¿y tu pólipo blasfemo, que tal se encuentra?
- Joder, no hace más que quejarse todo el día: que si no le hago caso, que si me paso el día por ahí absorbiendo soles con los amigotes... Un auténtico coñazo cósmico.
- Ya te digo, macho, las parientas son todas iguales... Pero oye, dime, ¿como están los retoños oscuros? Ya estarán muy mayores.
- Si, si. Están muy grandes ya. A Blwalfund'yskl, el mayor, lo adoran en una de las lunas de Fomalhaut como dios salvador. Lo malo es que es una raza de apestosos humanoides, ¡bwa, ha, ha...!
- ¡Bwa, ha, ha, ha, ha...! Puffff, hace tanto que no los veo...
- Bueno, Cthulhu, hombre, ¿y que te cuentas de tí? ¿A que te dedicas?
- Pues nada, tío, acabo de salir de R'Lyeh, y aho...
- Joder, ¿todavía estabas en R'Lyeh?
- Ya ves, macho, tres eones llevo ahí metido, muerto de asco. Si te iba a haber llamado antes, pero es que ahí abajo no tenía cobertura...
- Vaya mierda, tronco. ¿Y como has aguantado tanto tiempo?
- Pues como he podido, enviando sueños p'aquí y p'allá y dominando mentes de sectarios. Y bueno, los profundos me han echado una mano.
- Anda, coño, ¿y que tal está Dagón?
- Hecho un fiera, el tío. Su progenie impía domina los fondos oceánicos de este asco de planeta.
- Ya me imagino, ya... ¿y dices que te han echado una mano?
- Si, de vez en cuando me conseguían hembras para saciar mis tentáculos.
- Pero tío, si los profundos son muy celosos con sus hembras, ¿como han accedido?
- Es que... no eran hembras profundas.
- No me jodas, macho... ¿humanas?
- Pues si, ostia, que quieres, no había otra cosa a mano.
- Ya, pero, joder, ¿no te han dado asco?
- Nah... al principio dan un poco de repelús, es como comerte un melocotón cósmico sin pelar, ¿sabes lo que te digo?, pero una vez te acostumbras, oye, llega hasta a gustarte.
- La leche... si que has tenido un buen intercambio cultural ahí en la Tierra...
- Ya... pero realmente ha sido un coñazo. Además, la mayoría de las veces no me conseguían jamonas, los muy idiotas de los profundos, porque según ellos sólo podían conseguir lo que pillaban por la zona. Y ¿sabes?, uno se acaba cansando de violar pescadores taiwaneses...
- ¿Taiwaneses? ¿Que coño es eso?
- Buah, nada. Son las tías buenas de la zona, que las llaman así.
- Ams... Oye, ¿y como es que has salido de ahí después de todo este tiempo?
- Pues nada, unos gilipollas de marineros noruegos que estaban por ahí perdidos y que por casualidad le han dado al botón de abrir puertas. Tu fíjate, lo que Dagón y sus muchachos no han conseguido en tres millones de años, van unos gusanos mamíferos y lo hacen por error. Puaj...
- Bueno, pero ya estás fuera. Al menos es algo.
- Si, hombre, si no me quejo.
- Oye, ¿y que planes tienes?
- Pues voy a ventilar un poco R'Lyeh, que después de tanto tiempo ahí encerrado huele a tigre cósmico que no veas..
- Ya, ¿y después?
- Pues voy a ir a arrasar Tokyo y a violar a la mitad de sus habitantes con mis tentáculos. Y luego tal vez vaya a destruir la muralla china o a derribar el Himalaya, la verdad es que aún no lo tengo pensado. Tal vez vaya a hundir Corea, o incluso la piel de toro, no lo sé.
- ¿Pues sabes que puedes hacer? Mira, es que he quedado con Nyarlathotep, Y'Golonac y algunos otros colegas para ir a causar un poco de terror cósmico en el sistema solar de Beta Píctoris, así que si te apetece te puedes venir con nosotros y echamos una risas.
- Vale, tío, cojonudo. Hace mazo de tiempo que no causo terror cósmico por ahí.
- Pues allí es la leche, tío, es una civilización de mamiferos superiores que creen en un dios bondadoso y salvador que los protege de todo mal. Y además les promete vida eterna... ¡bwha, ha, ha, ha...!
- ¡Bwha, ha, ha, ha...! ¿vida eterna a unos mamíferos? Lo que hay que oir, macho. ¡Se van a enterar cuando llegue yo de si es eterna o no su miserable existencia! ¡Bwha, ha, ha, ha!
- Pues te perdiste lo de Sirio Épsilon Prima. Aquellas existencias si que fueron miserables después de nuestro paso.
- ¿Pero que eran?
- Eso es lo mejor, que no eran mamíferos, ni escoria de esa, ¡eran hombres serpiente!
- Joder, ¿y que dijo Yig?
- Pffff, no veas el rebote que se pilló. Destruyó un púlsar en su furia, pero ahora parece que se ha calmado un poco.
- Buah, que se joda. Siempre ha sido un arrogante.
- Bueno, ¿entonces te interesa lo de Beta Píctoris?
- Si, si, claro, contad conmigo. ¿Cuando habéis quedado?
- Pues cuando Beta esté alineada con Aldebarán y Lambda Scorpii.
- Ah, vale. Oye... y aparte de los muchachos, ¿quién más va a ir? Me refiero... ¿va a haber chatis?
- Si, tio, Chagnar Faugn ha quedado con un grupo de Byakhees preciosas que conocimos el otro día. Unas cachondas. Y ya sabes como se ponen las Byakhees al beber sangre de mamífero... ¡Esta vez pillamos seguro!
- Joder, a ver si es verdad, tio, que estoy más quemado con lo de los taiwaneses...
- ¿Pero no eran tias buenas?
- Que si, coño, pero han sido tres eones...
- ¡Beep! -
- Buah, no será pa' tanto. Comparado con Hastur, que se tiró treinta y ocho revoluciones galácticas metido en Cygnus x-1, lo tuyo ha sido una siesta cósmica.
- Ya me gustaría verte a tí, el señor de los planos paralelos, encerrado en un agujero sin más ayuda que la de los profundos y la de cuatro humanos idiotas que se visten con capirotes y gritan tu nombre haciendo mogollón de aspavientos.
- Bueno, bueno, piensa en lo que te espera en Píctoris y cálmate. Vamos a saquear y destruir a nuestras anchas...
- Oye, a propósito, ¿has visto a Cthugha ultimamente?
- ¡Beep! -
- No, ¿por?
- Pues porque me debe tres sistemas solares.
- ¿Y eso?
- Pues ya ves, de un día que nos los apostamos a ver quién era capaz de...
- ¡Beep! -
- Oye, tío, te tengo que dejar que se me está acabando la batería y todavía tengo que llamar a Shub Niggurath y...
- ¿Y para que quieres llamarla, tío?
- Pues joder, para decirle que ya he salido de R'Lyeh y que podemos seguir con lo nuestro.
- Uuuufff, has estado fuera de circulación mucho tiempo, macho.
- ¿Que quieres decir?
- ¡Beep! -
- Que ahora ella está con Ithaqua.
- ¡¿Como?! ¡Pero será pendona, la tía! Y... y... y ¡¿con Ithaqua?!
- Si macho, con el puto Wendigo.
- Pero... pero ¿que será lo que ha visto en ese impresentable? Pero si no es más que un puto viento cósmico. ¿Como...?
- Yo que sé, tío. Pero si quieres mi opinión, mejor.
- ¡¿Como que mejor?!
- Si, estaba como una cabra...
- ¡Beep! Su batería está a punto de agotarse. ¡Beep! -
- Ya, pero ella... Oye tengo que colgar que esto se me apaga.
- Bueno, macho, pues ya nos vemos en Beta Píctoris.
- Vale, tío. Nos vemos.
- Y quitate ese cabreo de encima...
- Si, tranquilo, que salgo ya mismo para Tokyo. Ahora si que se van a joder esos cabrones humanos.
- Venga, ciao.
- Adios, adios.