Los recuerdos de Wonfu 50
Los swokes swokes
Son bípedos voluminosos de aspecto extraño que en la madurez alcanzan entre 140 y 200 centímetros de altura. Su piel es pastosa, elástica y correosa, variando en color del verde-gris al color hueso brillante. Carecen de todo tipo de cabello. Su rostro está dominado por dos enormes e inexpresivos ojos sin párpados, parecidos a los de algunos peces. Su boca está llena de colmillos, que dominan su cara dándoles un aspecto pesadillesco. Además, su coronilla está enmarcada por un círculo de cuernos.
Los swokes swokes no son muy inteligentes, y son relativamente lentos en comparación con la media. Sin embargo, son seres fuertes y resistentes, en parte porque su piel es difícilmente permeable.
Su sistema nervioso: Es casi tan primitivo como el de un gusano plano, lo cual es muy raro de encontrar en un ser inteligente. Los swokes swokes sólo poseen los receptores de dolor más críticos, y carecen totalmente de receptores para comunicar el sentido del tacto. Como consecuencia, son prácticamente incapaces de sentir dolor. Más aún: Regeneran extremidades y órganos en cuestión de diez días.
En Makem Te, cada ciudad está regida por un califa de una familia importante; este puesto es hereditario. Los califas conjuntamente toman decisiones a nivel planetario en un cuerpo llamado Congreso de Califas. El planeta tiene importantes exportaciones minerales, incluyendo especia, desde hace muy poco, lo cual le permite comprar comida y tecnología a nivel galáctico, entre las tradiciones esta la implantación quirúrgica de joyería al lado de los órganos internos propios. Estas joyas sólo son visibles al pasar a través de un bioescáner, pero hay aparatos de éstos en la mayoría de los edificios de Makem Te. Aunque esto se hace por ostentación, también dificulta el trabajo a quienes intentan hacerse pasar por un swokes swokes importante.
Los swokes swokes son muy religiosos. Adoran el recuerdo de sus antepasados y suelen llevar consigo los restos disecados de los propios parientes muertos, en una bolsita. Entre los fetiches más frecuentes se encuentran dedos, dientes y cálculos biliares.